Este año en literatura tuvimos que elegir un libro optativo para leer y luego escribir dos reseñas sobre el. La primera fue una consigna general para todos, en la que debíamos dar las características del libro y contar brevemente su trama. La segunda, fue una consigna personal para cada uno de nosotros. La mía fue relacionar la historia que yo leí con el cuento infantil del que esta historia desciende. A continuación, dejo mis dos trabajos.
Para la lectura del libro opcional opté por elegir un libro con el que personalmente me fanaticé mucho. Éste se llama “Wicked: Memorias de una bruja mala” y su autor es Gregory Maguire. El libro en el que luego se inspiraría el famoso musical de Broadway y West End se publicó en 2007 y generó furor en la audiencia.
El eje central en el que gira esta novela fantástica es la particular historia de vida de una bruja llamada Elphaba. Comienza relatando su solitaria infancia, luego su reveladora juventud, y más tarde su escondida adultez, hasta así llegar al día de su muerte.
La forma en la que su vida es relatada me resultó particularmente atrapante. Sobretodo cuando logré entenderla, que fue al finalizar el libro. Cuando comencé leyendo la primer sección del libro llamada “Los Munchkins” sentí que simplemente estaba conociendo la historia de un pueblo y de una familia, cuya hija había nacido con una particular piel verde, unos colmillos afilados y un pequeño cuerpo fibroso. Pero ni bien me fui adentrando en la historia, noté que cada una de las cinco secciones con las que cuenta el libro era una etapa diferente de la vida de la verde Elphaba. Personalmente eso me enloqueció. Sentir y vivir cómo el personaje principal desarrolla su personalidad fría pero a la vez encantadora - para mi gusto - a través de los años, logró hacerme sentir una completa empatía con ella.
Elphaba comenzó siendo un pequeño monstruito con el que nadie quería jugar y del que todos los niños del pueblo huían. Luego, cuando tuvo la edad adecuada, se fue a la universidad, ubicada en el corazón del mágico Oz. Allí le despertó la necesidad de luchar por los derechos de los Animales. Sí, animales con A mayúscula, porque tienen sólo dos patas y cuentan con la habilidad de hablar, sentir, pensar, racionalizar y reaccionar al igual que cualquier ser humano. El Mago de Oz, personaje ya antes creado en la historia cuyo nombre lleva, era el dictador que reinaba esa ciudad, quien promulgaba leyes para destituir a los Animales y llevarlos presos. Elphaba, por más que ella no fuera un Animal sino una simple persona verde, se encontró en esta etapa de su vida con una adolescente revolucionaria, dispuesta a luchar por los derechos de esta especie. Más adelante, deja la universidad para ir así a la ciudad a enfrentar todos sus deseos de justicia y rebelión. Aquí se encuentra sometida a una lucha clandestina en contra del régimen totalitario del Mago. Sus últimos años los pasaría en el Vinkus, una suerte de convento al que recurre en busca de algo distinto a lo que ya había vivido. Y allí pasaría los años, hasta llegar al día en el que su justiciosa vida llegase a su fin.
No quisiera dejar de destacar lo increíble que encuentro al personaje principal de esta historia. Lo más maravilloso de todo es que nunca fue una bruja, y mucho menos mala. Simplemente fue una persona inteligente, justiciera, que decía lo que pensaba pero que muy pocos lograron ignorar su color de piel y sus fuertes posturas para ver lo que en realidad esa carcasa escondía. Y por más que se trate de una historia de fantasía con elementos también de ciencia ficción, el autor representa perfectamente las similitudes con el mundo en el que vivimos, tanto políticas como sociales, religiosas, raciales y culturales y lo más importante de todo; la fina línea entre el bien y el mal. Un libro apasionante que verdaderamente recomiendo.
